Jugar contra rivales defensivos
A quien no le ha pasado, terminar un partido de padel pensando que el rival ha ganado sin hacer nada, que hemos sido nosotros mismos los que hemos metido todos los puntos del partido, tanto los nuestros como los suyos. Esto es debido a que hemos jugado contra una pareja que se mueve muy bien en el fondo de la pista, usando de forma efectiva las paredes y no arriesgando ni un solo golpe.
Gracias a Dios, ganar a este tipo de parejas tiene antídoto. Si no conseguimos ganar usando nuestro juego habitual (en un principio lo ideal es hacer lo que mejor sabemos hacer para ganar), hay que plantear el partido de la siguiente manera:
• No hay que cometer errores no forzados, simplemente devolver la bola de la forma más complicada posible pero sin arriesgar, recordando que el rival se nutre de nuestros errores.
• Disminuir el margen de error, en caso de duda jugar fácil, además los jugadores defensivos van a devolver, de igual forma, una bola rápida y cortada, que una colocada y sin riesgos.
• Tener muchísima paciencia. Te encontraras con puntos muy largos y a veces desesperantes.
• Cuando veas el momento adecuado, haz un golpe decisivo. Recuerda que debes encontrar con bolas muy claras para definir, no hay que jugársela tontamente.
• Usa toques suaves y colocados desde la red, para descolocar al rival y sacarlos del fondo que es donde se siente más cómodo.
• Si estas cómodo sorprende con smashes rápidos.
• No usa una forma de juego agresiva para alcanzar la red el máximo de tiempo posible, recuerden que este partido es diferente. La gente que suele defender muy bien, es porque el juego de ataque les cuesta más.
• Ganar los puntos de atrás hacia delante. Convendrá atacar de atrás para adelante bajando la pelota y entrando a volear o bien subiendo a volear sus smashes.
• No hay que subestimar a este tipo de rival, por muy feo que jueguen no ganan partidos por casualidad.
Esperemos que estos consejos os ayuden a ganar a rivales que usan este tipo de juego, muchas veces desesperante y que nos ha hecho perder los nervios en más de una ocasión.